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Asignación de espectro: Hay lugar para todos
Descubra cómo una gestión más inteligente del espectro puede ampliar el acceso a Internet. Aprenda cómo los cambios de políticas pueden liberar espectro no utilizado, permitiendo que redes tanto grandes como pequeñas ofrezcan conectividad de calidad a más comunidades.
Existe la creencia errónea de que el espectro es un recurso escaso, pero esto no es cierto. Hay espacio más que suficiente para que todos lo usen. Sin embargo, establecer las condiciones para un acceso asequible implica determinar cómo gestionarlo de manera eficaz. Es posible crear marcos que permitan a actores grandes y pequeños compartir el espectro, de modo que más comunidades tengan acceso a una conectividad significativa y de calidad. A continuación se presentan algunas maneras en que los cambios de políticas se pueden utilizar para liberar espectro no utilizado o subutilizado, y con ello, generar nuevas oportunidades.
Asignar espectro para Wi-Fi
El Wi-Fi suele ser la opción más asequible a la hora de configurar una red pequeña, especialmente en una comunidad desconectada. Esta porción del espectro puede utilizarse para crear una red comunitaria en malla usando enrutadores y repetidores domésticos estándar para llevar Internet de calidad y a bajo costo incluso a zonas remotas.
El Wi-Fi es un uso del espectro que no requiere licencia, por lo que al asignar espectro para esta tecnología también se reduce la carga de las licencias, algo que de otro modo podría ser un gran obstáculo para el éxito. Y gracias a esta exención de licencia, tanto las iniciativas comunitarias como las grandes empresas de telecomunicaciones pueden compartirlo.
Cuándo funciona mejor: Esto funciona mejor en una comunidad donde las personas están completamente desconectadas, especialmente si las empresas de telecomunicaciones establecidas no consideran la zona como una oportunidad de mercado viable.
Cuándo pueden surgir obstáculos: Puede ser un desafío en zonas donde las empresas de telecomunicaciones más grandes ya están operando pero sin ofrecer acceso asequible a todas las personas que lo necesitan.
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Gestión dinámica del espectro
Este es uno de los aspectos más difíciles de lograr, pero también representa la mejor manera de preparar su espectro para satisfacer las demandas de conectividad y tráfico del futuro.
Un excelente ejemplo es el espectro radioeléctrico del llamado servicio de radio de banda ancha ciudadana, o CBRS, en Estados Unidos. Este implica mantener una base de datos de todos los usuarios del espectro en un área geográfica determinada y usarla para gestionar su uso a nivel granular. Cuando un usuario no está utilizando el espectro, este está disponible para que otros lo hagan—algo parecido a una conversación por turnos, pero para señales—.
Gestionar el espectro de esta manera también permite a los usuarios finales disfrutar de transiciones fluidas al usar la conectividad, por ejemplo, usar un teléfono con el Wi-Fi y pasar a una red móvil al salir de su casa.
Cuándo funciona mejor: Esto es eficaz cuando se pueden identificar todas las organizaciones y proveedores en una determinada área geográfica. Puede ser usado con éxito por las comunidades indígenas de Estados Unidos y tiene potencial a nivel mundial.
Cuándo pueden surgir obstáculos: Es fundamental evitar interferencias entre diferentes proveedores, por lo que, si no es posible identificarlos a todos y crear la base de datos, esto no será viable.
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Políticas que promueven la compartición
Todos se benefician cuando existen políticas que promueven la compartición del espectro entre actores de todos los tamaños. En muchos países, las políticas de espectro aún están diseñadas en torno a una o dos grandes empresas de telecomunicaciones establecidas, que pueden tener una asignación a nivel nacional, incluso en áreas donde no les conviene prestar servicios.
Hoy en día, existe un gran potencial para diversificar el mercado, lo que puede llevar a que esta cobertura genere zonas desconectadas que, si bien cuentan con espectro disponible, este no se utiliza. Los reguladores pueden crear políticas que especifiquen que los proveedores deben usar su espectro asignado o cederlo a un usuario potencial que sí lo utilice.
Cuándo funciona mejor: Este enfoque funciona bien cuando los operadores establecidos participan en la conversación y hay tiempo suficiente para establecer nuevos acuerdos.
Cuándo pueden surgir obstáculos: En países que dependen fuertemente de las elevadas tarifas de asignación de espectro de los operadores establecidos, puede resultar más difícil ofrecer incentivos para que participen en las mejoras.
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