11 de junio de 2020
Señor Secretario General, Excelencias, distinguido moderador y ponentes, amigos y colegas:
Si alguna vez tuviésemos que agradecer todas las ventajas que aporta y podría aportar Internet, ese momento es ahora. Hace algunos años, una reunión online como esta habría sido inimaginable. En la pandemia que estamos viviendo, millones de personas han podido trabajar y mantener sus vínculos sociales, independientemente de que los separase la distancia o la enfermedad. Además, Internet es un medio en el que el clamor totalmente justificado por la justicia racial está resonando por todo el mundo. Internet es una tecnología profundamente humana, creada por personas que colaboran para que más personas puedan colaborar mejor. Más Internet, más colaboración en un círculo virtuoso.
Por lo tanto, bienvenido sea el énfasis que pone la Hoja de Ruta por la Colaboración Digital en la necesidad de conectividad. En Internet Society creemos que se trata de una necesidad urgente y vamos a ayudar de buen grado. El mundo también necesita crear y ratificar una conciencia común de la importancia de la infraestructura de Internet y cómo puede ayudar a todo el mundo. Si albergamos alguna esperanza de escuchar y prestar atención a las voces de las personas que actualmente están excluidas, lo primero que debemos hacer es incluirlas.
Durante los primeros días de la pandemia, algunas personas sugirieron que la naturaleza descentralizada de Internet le impediría hacer frente a nuevas demandas. Por el contrario, el diseño de Internet funcionó. Las redes centralizadas y estrictamente controladas sí que han tenido dificultades. El sistema de Internet consiste en utilizar bloques de construcción sencillos y crear sistemas más complejos a partir de los bloques. La experiencia nos dice que este enfoque funciona muy bien y la forma que utiliza Internet es la mejor forma de conectarnos a todos para que aprendamos los unos de los otros.
Ahora, lógicamente, Internet plantea algunos desafíos. Se suele utilizar como un medio para difundir el odio racial o información falsa. Pero al tiempo que admitimos esos desafíos, debemos tener en cuenta lo buena que ha resultado ser la infraestructura de Internet y el beneficio que ha supuesto para las personas. Debemos construir sobre estas fortalezas. Esto implica entender que el diseño distribuido y descentralizado de Internet es lo que ha funcionado en la crisis sanitaria actual, por lo que debemos oponernos a las peticiones de centralización o regulación que no se ajusten a las necesidades. Esto significa asegurarse de que las personas que quieren conectividad pueden involucrarse en su creación para satisfacer sus necesidades. Significa tomar conciencia de que las soluciones aparentemente simples para abordar un problema en Internet pueden tener consecuencias posiblemente peores en cualquier otra parte del sistema complejo. Y significa garantizar la conectividad para todo el mundo, porque un sistema inseguro para algunos es igual que un Internet inseguro para todos. Según la Hoja de Ruta, existen preocupaciones legítimas subyacentes en la necesidad de cifrado; en ocasiones, dichas preocupaciones solo pueden abordarse con un cifrado de punto a punto fuerte.
Cuando surgió la pandemia, Internet estaba preparado. Muchos sistemas gubernamentales tradicionales no lo estaban. Creo que aquí tenemos que aprender una lección cuando pensemos en el futuro de la colaboración digital. Las palabras de Kofi Annan, antiguo secretario general de las Naciones Unidas, pronunciadas hace quince años siguen resonando: “Al gestionar, fomentar y proteger la presencia de Internet en nuestras vidas, no podemos ser menos creativos que aquellos que lo inventaron. Está claro que existe una necesidad de gobernanza, pero eso no significa necesariamente que deba hacerse de una forma tradicional en un fenómeno que es tan diferente” (discurso del GTGI de 2004). La colaboración digital y asegurarse de que todo el mundo participe en dicha colaboración es necesario para que toda la humanidad, y no solo unos pocos, pueda recibir estos beneficios humanos.