Hace poco, los propietarios de zapatos inteligentes caros se enfrentaron a un gran problema. Ante la imposibilidad de conectar los zapatos con la aplicación de su teléfono inteligente, no pudieron apretarse los cordones de las zapatillas. Suena a ciencia ficción, pero ha ocurrido realmente.
Puede ser difícil separar los hechos de la ficción cuando se trata del Internet de las cosas (IoT), desde sensores dentales que pueden controlar lo que alguien come hasta areneros para gatos que pueden seguir cada movimiento de tu mascota. ¿Puede distinguir lo real de lo imaginario?
¿Realidad o ficción? La voz venía de la casa de un ciudadano de Arizona, de su cámara de seguridad doméstica, para ser exactos. «Nunca me has visto, solo soy un hacker». Afortunadamente, era un hacker amistoso, que avisaba a la familia de una vulnerabilidad en su sistema de seguridad doméstica.
Realidad: El hacker tenía una solución: activar la autenticación de doble factor. Cuando utilizan dispositivos IoT, los consumidores pueden tomar esta sencilla medida, además de algunas otras, para proteger su privacidad y seguridad.
¿Realidad o ficción? Una pareja regresó a casa para descubrir que su alfombra había acabado desgastada por la acción de una aspiradora conectada a Internet demasiado celosa. Un hacker la había programado para que limpiara un metro cuadrado de su alfombra durante varias horas.
Ficción: a pesar de haber muchos robots aspiradora en el mercado —y de haberse detectado que al menos una tiene vulnerabilidades que podrían permitir espiar a sus propietarios— aún tenemos que descubrir una que encarne a Lady Macbeth: «¡Fuera, mancha maldita!»
¿Realidad o ficción? FlushSmart está revolucionando el sector de la fontanería. El producto compatible con wifi se conecta a la infraestructura del baño, escanea todo lo que descarga y analiza el contenido.
Realidad y ficción: parece ficción, pero puede comprar un «inodoro inteligente» con asiento calefactable, altavoces incorporados y control de voz. Esperemos que el fabricante se tome en serio la privacidad en el cuarto de baño, en términos de medidas de seguridad. Pueden ir un paso por delante con el Marco de Confianza IoT de OTA, que proporciona a los fabricantes y otros interesados una sencilla guía para evaluar los riesgos de dispositivos y sistemas conectados.
¿Realidad o ficción? En una estación de esquí en Austria, los huéspedes no pudieron acceder a sus habitaciones, que estaban protegidas mediante un sistema de llave electrónica. Solo fue posible abrir las puertas después de que el hotel accediera a pagar dos bitcoins (unos 1800 dólares americanos) a los hackers.
Realidad: cuando esto sucedió en 2017, un portavoz manifestó que el hotel se planteaba volver a utilizar cerraduras y llaves tradicionales.
La buena noticia es que no tenemos que volver al pasado. Todo el mundo puede tomar medidas para que sus productos de IoT sean más seguros, comenzando por los mejores consejos para los consumidores. Estamos pidiendo a los fabricantes que también tomen medidas, incorporando la privacidad y seguridad en sus productos: confianza basada en el diseño.
El 15 de marzo es el Día Mundial de los Derechos del Consumidor, y el tema de este año es «productos inteligentes de confianza». Cuando se trata de lograr que el IoT sea seguro, todos podemos marcar la diferencia.
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