Nota del editor: Este informe actualiza el trabajo titulado Informe de la política pública: Interrupciones de Internet, publicado el 18 de diciembre de 2019. La versión anterior puede consultarse en el archivo web.
Introduction
Los apagones de Internet impuestos por los gobiernos se han convertido en «la nueva normalidad» en muchos países, fundamentalmente motivados por razones políticas o de seguridad nacional.
Las Naciones Unidas consideran que interrumpir el acceso de los usuarios a Internet, cualquiera sea la justificación esgrimida[1], es una medida desproporcionada y, por lo tanto, una violación del artículo 19, párrafo 3, del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. También instan a los Estados a garantizar que el acceso a Internet se mantenga en todo momento, incluso en tiempos de inestabilidad política. (La Rue, 2011)
Los apagones de Internet son una respuesta dañina y desproporcionada ante problemas complejos. Este informe destaca sus impactos (externalidades). Insta a los formuladores de políticas a eliminar los apagones como herramienta y a analizar y evaluar detenidamente los efectos de limitar el acceso para abordar cuestiones de políticas y seguridad, y a la vez aboga por una Internet libre y abierta.
Recomendaciones para los gobiernos
- Comprometerse con una Internet abierta y sin restricciones: Como parte de su compromiso con una Internet abierta y sin restricciones, los gobiernos deben adoptar una política de no apagones. En vez de recurrir a apagones de Internet, deben abordar los problemas en su origen.
- Medir el impacto: Para proteger la economía y preservar la confianza y confiabilidad de la infraestructura, los gobiernos deben evaluar el impacto negativo de los apagones de Internet sobre la productividad, la confianza empresarial y las inversiones financieras a corto y largo plazo.
Recomendaciones para la comunidad técnica y la industria
- Construir infraestructura resiliente: La comunidad técnica de Internet, los grupos industriales y los gobiernos locales deben colaborar para implementar puntos de intercambio de Internet distribuidos y numerosos, y para diversificar la conectividad en las fronteras internacionales. Estas medidas evitan los riesgos de un único interruptor general o kill switch y pueden limitar la escala de un apagón.
- Diversificar las voces: Los inversores deben incluir los apagones de Internet en sus evaluaciones de riesgo empresarial, reconociendo que un apagón puede perjudicar sus operaciones y provocar pérdidas económicas.
Recomendaciones para la sociedad civil
- Desempeñar funciones de vigilancia: Las organizaciones de la sociedad civil y sus aliados deben continuar monitoreando y documentando el impacto de los apagones de Internet y desempeñar un papel clave en exigir rendición de cuentas y transparencia gubernamental.
- Concientizar: Las organizaciones de la sociedad civil deben promover la conciencia pública e internacional sobre los costos de los apagones de Internet, tanto en términos económicos como en términos humanos y democráticos. También deben fortalecer la capacidad de grupos y activistas locales para que puedan prepararse y responder.
Definición de «apagón de Internet»
Un apagón de Internet es una interrupción intencional de Internet o de las comunicaciones electrónicas, que las vuelve inaccesibles o efectivamente inutilizables, para una población específica o dentro de un lugar específico, muchas veces para controlar el flujo de información. (Pulse, 2025a)
Los apagones de Internet pueden producirse a nivel nacional, impidiendo el acceso a Internet de usuarios de todo el país, o a nivel regional (local), interrumpiendo el acceso a servicios de Internet móviles o fijos en una zona específica como un estado, una ciudad u otra área localizada. A los efectos de este documento informativo, el bloqueo de contenido y la censura (es decir, impedir el acceso a determinados destinos y contenidos en línea) se consideran acciones separadas y distintas.[2]
Situación actual
Los apagones de Internet empezaron a recibir atención internacional durante la revuelta egipcia de 2011, cuando las autoridades apagaron Internet durante casi una semana para interrumpir las comunicaciones de los manifestantes. (Williams, 2011) Desde entonces, el uso de los apagones de Internet como herramienta con fines políticos ha aumentado de forma constante.
En 2024, Internet Society Pulse (Pulse, 2025c) documentó 133 incidentes de apagones, un incremento con respecto a los 124 incidentes registrados el año anterior. Esta escalada continuó en el primer semestre de 2025, período en el que se reportaron 40 incidentes.[3].
Si bien el fenómeno es global, los apagones registrados en Internet Society Pulse indican que India experimentó la mayor cantidad de apagones documentados desde 2019, seguida por las regiones MENA (Medio Oriente y Norte de África) y Subsahariana.
Los gobiernos que implementan apagones de Internet suelen mencionar diferentes razones para justificarlos, como mantener la paz social, responder a incidentes de seguridad, combatir las noticias falsas y evitar que los estudiantes hagan trampa en exámenes públicos. Sin embargo, esta práctica suele ser ineficaz y desproporcionada, independientemente del motivo esgrimido para aplicarla.
En este contexto, una cantidad creciente de gobiernos, empresas, organizaciones de la sociedad civil, organismos de la comunidad técnica y particulares se han pronunciado en contra de los apagones de Internet. Por ejemplo, la Coalición KeepItOn! liderada por AccessNow agrupa a 345 organizaciones de más de 106 países.
Consideraciones clave
Los apagones de Internet generan impactos económicos, técnicos y en los derechos humanos de gran alcance. Socavan la confianza de los usuarios, desencadenando múltiples consecuencias para la economía local, para la confiabilidad de los servicios gubernamentales críticos e incluso para la reputación del país y su entorno digital.
Antes de considerar un apagón de Internet, los formuladores de políticas deben sopesar cuidadosamente el impacto económico y social junto con los imperativos de seguridad. En vez de recurrir a una herramienta tan general y desproporcionada, deberían priorizar soluciones eficaces, específicas y respetuosas de los derechos de las personas, que mantengan el compromiso fundamental con una Internet abierta, sin restricciones y globalmente conectada.
Impacto económico
Los apagones de Internet afectan a las economías de diferentes maneras, afectando la productividad y provocando pérdidas financieras en las transacciones urgentes. La calculadora NetLoss de Internet Society Pulse utiliza herramientas econométricas para ofrecer una estimación rigurosa del impacto de los apagones de Internet sobre el Producto Interno Bruto (PIB) de los países. (Mitchell, 2023)
Por ejemplo, la calculadora NetLoss de Pulse estima que la decisión del gobierno de Bangladesh de interrumpir el acceso a Internet por un día durante la crisis constitucional de agosto de 2024 luego de la revolución de julio le costó a la economía del país USD 410.943. Si bien esta es una estimación conservadora del impacto directo en el PIB, para un país menos desarrollado (PMD) las consecuencias reales son devastadoras. Esta pérdida de un solo día equivale al salario diario de más de 75.000 trabajadores de la industria textil—una industria crítica para el país—, por lo que afecta negativamente los medios de vida y los ingresos familiares. Además, esta cifra no refleja las pérdidas en cascada que sufren miles de pequeñas empresas, trabajadores autónomos y plataformas de comercio electrónico que dependen totalmente de la conectividad. Un apagón de una semana, algo relativamente común en tiempos de inestabilidad, elevaría el daño económico directo a casi tres millones de dólares, un monto equivalente al salario diario de más de 525.000 personas. Más allá de los números, este nivel de interrupción inflige un daño mucho mayor e imposible de cuantificar, ya que erosiona la confianza de los inversores y proyecta la imagen de un país que no es confiable para hacer negocios en la economía digital global. En economías más grandes, la estimación se amplificaría. Por ejemplo, si Italia decidiera interrumpir el acceso a Internet durante un día, el costo estimado sería cercano a los cinco millones de dólares.
Los gobiernos que recurren reiteradamente a los apagones de Internet como herramienta de política corren el riesgo de ahuyentar la inversión extranjera. Este es el caso de países como Bangladesh, que tuvo 10 incidentes entre 2018 y 2025, o de Irak, que registró 140 incidentes entre 2018 y 2025. (Pulse, 2024, 2025b) En Irak, el uso de apagones ha aumentado año tras año, a pesar de la falta de evidencia sobre su eficacia y del creciente número de voces de organizaciones y expertos que advierten acerca de los impactos económicos negativos de estas medidas.
El daño económico a largo plazo supera con creces cualquier supuesto beneficio a corto plazo de los apagones de Internet. Al decidir si hacer negocios en el país, los inversores extranjeros consideran, entre otros factores, la disponibilidad y la confiabilidad del acceso a Internet.
Más allá del impacto sobre la economía en su conjunto, las empresas que dependen fuertemente de las transacciones electrónicas están particularmente expuestas a consecuencias muy graves. Por ejemplo, los pagos electrónicos son cada vez más comunes tanto en el mundo desarrollado como en muchos países en desarrollo. En países como India, donde el gobierno ha lanzado un ambicioso plan de desmonetización y pagos digitales, los frecuentes apagones de Internet en diferentes estados socavan directamente las perspectivas de la economía digital. (Bajoria, 2023)
Si bien los cierres plantean riesgos financieros y de reputación para las empresas de TIC y sus inversores, los impactos económicos secundarios derivados de un clima de incertidumbre pueden desalentar a los inversores extranjeros y repercutir en múltiples ámbitos, como la educación, la salud, el transporte público, los servicios de emergencia y el sector empresarial. (Azim, 2025)
Impacto sobre los derechos humanos
Las personas dependen de Internet para diferentes actividades esenciales, entre ellas mantenerse en contacto con familiares y amigos, construir comunidades locales, acceder y compartir conocimiento, y exigir responsabilidad a las instituciones. El acceso a Internet está intrínsecamente ligado a los derechos fundamentales de libertad de expresión, opinión y reunión pacífica. Reconocidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos y consagrados en las constituciones nacionales de muchos países donde se producen estos apagones, estos derechos imponen a los gobiernos la obligación de respetar y proteger su ejercicio por parte de sus ciudadanos. Como declaró el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en 2012 y luego reiteró, las personas deben gozar de la misma protección de sus derechos tanto en línea como fuera de línea. (The Promotion, Protection and Enjoyment of Human Rights on the Internet, n.d.)
Por lo tanto, los apagones de Internet, en particular aquellos que inhabilitan todos los medios de comunicación, deben considerarse potenciales violaciones de los derechos humanos. Si bien derechos como la libertad de expresión no son absolutos y pueden restringirse por motivos excepcionales (por ejemplo, por razones de seguridad nacional u orden público), los gobiernos también deben respetar la prueba tripartita establecida en el artículo 19(3) del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), que incluye satisfacer los criterios de proporcionalidad y necesidad. (UNGA, 1966)
En los últimos años, la comunidad de los derechos humanos ha intensificado sus esfuerzos para abordar el impacto de los apagones de Internet sobre los derechos. Esto incluye el trabajo dentro de los organismos de la ONU[4], como el del ex Relator Especial sobre Libertad de Opinión y Expresión, (OHCHR, 2017) la Resolución del Consejo de Derechos Humanos (UNHRC, 2016) y las organizaciones y coaliciones de derechos digitales. (Freedom House, 2024; KeepItOn, 2025)
Impacto técnico
Cuando en un país se produce un apagón total de Internet, el impacto técnico puede trascender sus fronteras y extenderse al resto de la Internet global. Formar parte de una red interconectada implica una responsabilidad ante toda la red, y los apagones pueden generar riesgos sistémicos.
Los servicios o aplicaciones web desarrollados y alojados en los países afectados suelen ser populares entre los expatriados y los emigrantes. Las comunidades los utilizan con frecuencia para comunicarse, transferir dinero o adquirir bienes. Otros servicios y aplicaciones alojados pueden usarse en la cadena de suministro global de una organización internacional. Si bien el objetivo de un apagón de Internet en un país es interrumpir el acceso local, sus efectos se propagan y terminan bloqueando el acceso a estos servicios y aplicaciones desde el resto de la red global, provocando interrupciones en la comunicación interpersonal, las transacciones financieras y los flujos de trabajo empresariales.
Además, la naturaleza interconectada de Internet significa que una interrupción en un país puede afectar significativamente a los países vecinos. Un buen ejemplo es el apagón de Internet en Sudán en abril de 2013, que también interrumpió el acceso en el país vecino Chad. Chad, un país sin salida al mar, depende de Sudán para sus conexiones internacionales a Internet y carece de una ruta alternativa. Cuando se cortó el servicio de Internet en Sudán, también se interrumpió la conexión de tránsito de la que dependía Chad. (Polk, 2024)
Los apagones de Internet a gran escala también pueden afectar el Sistema de Nombres de Dominio (DNS)Recomendaciones.[5] . En ciertas situaciones, los apagones se implementan de forma asimétrica, impidiendo que el tráfico global ingrese al país afectado, aunque el tráfico nacional aún puede llegar a la Internet global. En estos casos, se produce un aumento repentino de las consultas al DNS, ya que los sistemas del país afectado intentan una y otra vez resolver los nombres de host, aunque sin éxito. Aunque los servidores DNS responden a las consultas, los sistemas que las originan no reciben estas respuestas, lo que obliga a estos sistemas a seguir reenviando las solicitudes. Según la resiliencia de la infraestructura del DNS autoritativo, este incremento de la carga podría aumentar el tiempo de respuesta o incluso provocar que los servidores dejen de estar disponibles.
Además, algunos usuarios configuran resolvedores DNS de respaldo fuera de sus proveedores locales de Internet. Si los resolvedores locales no pueden completar las búsquedas solicitadas, los clientes cambian automáticamente a estos resolvedores externos. Esto podría provocar fugas de información hacia resolvedores y proveedores de servicios ubicados en otros países, y generar carga adicional inesperada sobre la infraestructura de resolvedores.
La política de enrutamiento de Internet se basa en las relaciones entre Sistemas Autónomos (AS),[6] ya sea cliente-proveedor o entre pares. En ambos casos, dado que las interconexiones trascienden las fronteras nacionales, si la red del proveedor o del par se ve afectada por un apagón de Internet, otras redes podrían experimentar una reducción en su disponibilidad y un aumento en su latencia como daño colateral, incluso si se encuentran en países diferentes.
Por último, cuando los apagones de Internet se utilizan como una medida general para bloquear el acceso local a un servicio o aplicación específicos, también pueden afectar el acceso a servicios no relacionados como daño colateral. Por ejemplo, ordenar un apagón de Internet para bloquear el acceso a las redes sociales también limitará el acceso local a aplicaciones de transporte compartido, servicios de entrega y banca en línea, probablemente provocando una disrupción significativa de los servicios de transporte. Esto es así porque distintos servicios suelen depender de la misma infraestructura subyacente o de los mismos servicios en la nube que utilizan las plataformas de redes sociales afectadas. En algunos casos, comparten direcciones IP con otros servicios o el mecanismo de bloqueo se implementa de una manera poco granular, sin distinguir entre los diferentes tipos de tráfico.
Desafíos
La creciente frecuencia de los apagones de Internet es una preocupación crítica para el futuro de la red. Si bien los gobiernos pueden enfrentar situaciones difíciles que los lleven a tomar estas medidas, los apagones son una solución desproporcionada e ineficaz que suele tener consecuencias negativas no deseadas.
Seguridad nacional y orden público
Los gobiernos tienen preocupaciones legítimas y el deber de salvaguardar el orden público y la seguridad nacional de sus ciudadanos. No obstante, cualquier medida que limite la libertad de expresión o asociación en nombre de dichos objetivos debe ser excepcional, estar prevista por la ley y cumplir estrictamente con los principios de necesidad y proporcionalidad.
Durante los apagones, el acceso y la coordinación de los servicios de emergencia pueden verse comprometidos. Además, los ciudadanos carecen de acceso a la información y sienten que se violan sus derechos fundamentales, lo que alimenta el descontento y una sensación de inseguridad que puede tener consecuencias negativas para la estabilidad a largo plazo del país.
Aplicación transfronteriza
Los gobiernos se enfrentan al desafío de aplicar su legislación nacional en un entorno en línea caracterizado por plataformas de contenido transfronterizo. En una Internet abierta y globalmente conectada, eliminar contenido considerado problemático en una jurisdicción específica no es tan sencillo como pedirle a un proveedor local que lo haga. A menos que logren que dichas plataformas colaboren de manera eficaz, esta complejidad transfronteriza puede llevar a algunos gobiernos a optar por bloquear por completo el acceso a estas plataformas, una medida más extrema.
Eficacia
Actualmente no existe evidencia que demuestre la eficacia de los apagones para resolver los problemas que pretenden abordar, como restablecer el orden público o evitar que se haga trampa en los exámenes.
Investigaciones realizadas (Rydzak, 2019b) demuestran que los apagones informativos derivados de los cortes de Internet pueden provocar un aumento de la violencia, ya que al impedir la comunicación y una coordinación eficaz, llevan a sustituir las protestas pacíficas—que dependen de Internet para su organización—por tácticas más violentas que no requieren de ella. Existen múltiples relatos sobre daños colaterales provocados por estas medidas, entre ellos impactos sobre los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. (Rydzak, 2019a)
Los estudios indican que los apagones de Internet no evitan las trampas en los exámenes y que existen métodos alternativos más proporcionales que no afectan negativamente a países enteros, a sus economías ni a sus habitantes. (Cupler & Abrougui, 2022)
Además, los apagones de Internet tienden a atraer la atención internacional y crear presión sobre los países que los implementan. Esto se relaciona con el llamado «efecto Streisand», donde los intentos de censurar o suprimir información terminan generando el efecto contrario, es decir, una mayor visibilidad y difusión del tema que se pretendía ocultar.
Principios rectores
Libertad de expresión
La libertad de expresión debe ser la norma, y cualquier limitación de este derecho debe ser la excepción. El papel central de Internet en la vida social y económica de los usuarios llevó recientemente a las Naciones Unidas a promulgar una resolución en apoyo de “la promoción, protección y disfrute de los derechos humanos en Internet”. (The Promotion, Protection and Enjoyment of Human Rights on the Internet, n.d.) La resolución condena los esfuerzos de los Estados por impedir o interrumpir intencionalmente el acceso a información en línea.
Debido proceso legal, proporcionalidad y necesidad
De acuerdo con el derecho internacional, el debido proceso legal se considera la materialización de las normas básicas de la justicia natural. Junto con el debido proceso, los principios de proporcionalidad y necesidad deben guiar las acciones de cualquier formulador de políticas que considere utilizar los apagones de Internet como una herramienta de política.
Necesidad significa que cualquier restricción del acceso a Internet debe limitarse a medidas que sean estricta y demostrablemente necesarias para lograr un objetivo legítimo. Debe demostrarse que no existe otra medida capaz de lograr resultados similares con mayor eficacia y con menos efectos colaterales.
La necesidad también implica una evaluación de la proporcionalidad de las medidas. Cualquier restricción del acceso a Internet también debe ser proporcional. Una evaluación de la proporcionalidad debe asegurar que la restricción sea «el instrumento menos intrusivo entre aquellos que podrían lograr el resultado deseado». (OHCHR, 1999) La limitación debe apuntar a un objetivo específico y no interferir indebidamente con otros derechos de las personas afectadas.
Además, en la mayoría de los casos, incluso los apagones de corta duración pueden generar consecuencias que se extienden mucho más allá del restablecimiento de la conectividad. La pérdida de confianza en Internet como plataforma confiable para acceder a oportunidades puede tener impactos negativos difíciles de cuantificar. Los apagones también subrayan que el gobierno considera aceptable tomar estas medidas, sugiriendo que la economía del país no está preparada para integrarse a la economía digital global.
Recomendaciones
Los apagones de Internet son inequívocamente perjudiciales tanto para la Internet global como para las comunidades locales. Los gobiernos deben ser conscientes de que los apagones de Internet afectan a numerosos sectores de la sociedad y deben comprender que es imperativo comprometerse con una Internet abierta y sin restricciones y adoptar una política sin apagones, antes que recurrir a los apagones como herramienta de política.
Los gobiernos, la comunidad técnica y la sociedad civil desempeñan un papel importante en la prevención de los efectos negativos de los apagones de Internet.
Recomendaciones para los gobiernos
- Comprometerse con una Internet abierta y sin restricciones: Los gobiernos deben adoptar una política estricta de «no apagones» como parte fundamental de su compromiso con una Internet abierta y sin restricciones. Este enfoque exige concentrarse en identificar e implementar mejores prácticas y soluciones efectivas que aborden los problemas desde su origen, en vez de recurrir a restricciones de acceso generalizadas. El intercambio de experiencias exitosas entre regiones puede acelerar la adopción de estas soluciones no restrictivas. Los gobiernos también deben ser transparentes sobre cualquier limitación que impongan al acceso a Internet.
- Medir el impacto: Como parte de sus esfuerzos para proteger la economía y preservar la confianza y confiabilidad de la infraestructura, los gobiernos deben analizar los efectos negativos de los apagones de Internet sobre la productividad, la confianza empresarial y las inversiones financieras tanto a corto como a largo plazo. Las interrupciones de la red obstaculizan la productividad, afectan negativamente la confianza empresarial y con el tiempo pueden perjudicar las inversiones financieras, por lo que los gobiernos deben ser muy claros sobre las implicancias de su uso.
Recomendaciones para la comunidad técnica y la industria
- Construir infraestructura resiliente: La comunidad técnica de Internet, los grupos industriales y los gobiernos locales son fundamentales para la expansión de soluciones de conectividad resilientes. Una mayor cantidad de puntos de intercambio de Internet mejor distribuidos y una conectividad a Internet más diversificada en las fronteras internacionales harán que para los gobiernos sea más difícil implementar un único interruptor general o kill switch de forma eficaz.
- Diversificar las voces: Los inversores y capitales de riesgo deben incorporar los apagones de Internet en sus evaluaciones de riesgo. También debe reconocerse más ampliamente cómo los apagones de Internet pueden socavar por completo la capacidad de las pequeñas y medianas empresas, incluso de aquellas que no pertenecen al sector de las TIC, de operar y contribuir al futuro de la economía.
Recomendaciones para la sociedad civil:
- Desempeñar funciones de vigilancia: Las organizaciones de la sociedad civil y sus aliados deben continuar monitoreando el impacto de los apagones de Internet y desempeñar un papel clave en exigir rendición de cuentas y transparencia gubernamental. Junto con ellos, la comunidad técnica debe seguir ampliando sus esfuerzos de monitoreo y medición de Internet y poner a disposición del público las herramientas y los datos asociados. Una mayor capacidad para analizar de manera activa y pasiva los datos recopilados, tanto dentro como fuera de las redes, puede contribuir a aumentar la visibilidad de los apagones de Internet, incluyendo su alcance, duración e impacto.
- Concientizar: Las organizaciones de la sociedad civil deben promover la conciencia pública e internacional sobre los costos de los apagones de Internet, tanto en términos económicos como en términos humanos y democráticos. También deben fortalecer la capacidad de grupos y activistas locales para que puedan prepararse y responder a estas interrupciones.
Otros recursos
Rastreador de apagones de Internet Society Pulse
https://pulse.internetsociety.org/shutdowns
Posición de Internet Society sobre los apagones de Internet
https://www.internetsociety.org/es/resources/doc/2019/internet-society-position-on-internet-shutdowns/
La economía digital de África no puede permitirse paradas
https://pulse.internetsociety.org/es/blog/africas-digital-economy-cant-afford-shutdowns
¿Continuarán los apagones de Internet relacionados con las elecciones en 2025?
https://pulse.internetsociety.org/es/blog/will-election-related-internet-shutdowns-continue-in-2025
El coste humano de los apagones de Internet en la India
https://pulse.internetsociety.org/es/blog/the-human-cost-of-internet-shutdowns-in-india
Por qué es difícil medir los apagones regionales
https://pulse.internetsociety.org/blog/why-it-is-challenging-to-measure-regional-shutdowns
El derecho humano a Internet no ha detenido los apagones de Internet. Es hora de llevarlo a los tribunales
https://pulse.internetsociety.org/es/blog/a-human-right-to-the-internet-hasnt-stopped-internet-shutdowns-its-time-to-take-it-to-court
Campaña #KeepItOn. Access Now. https://www.accessnow.org/keepiton/
Freedom Online Coalition Joint Statement on Protecting Human Rights Online and Preventing Internet Shutdowns in Times of Armed Conflict https://freedomonlinecoalition.com/joint-statement-on-protecting-human-rights-online-and-preventing-internet-shutdowns-in-times-of-armed-conflict/
Referencias
Azim, S. (2025, March 4). The Human Cost of Internet Shutdowns in India. Internet Society Pulse. https://pulse.internetsociety.org/blog/the-human-cost-of-internet-shutdowns-in-india
Bajoria, J. (2023). “No Internet Means No Work, No Pay, No Food.” Human Rights Watch. https://www.hrw.org/report/2023/06/14/no-internet-means-no-work-no-pay-no-food/internet-shutdowns-deny-access-basic
Cupler, S., & Abrougui, A. (2022). Internet Shutdowns to Prevent Cheating During Exams: The Impact on Society and Economy in the MENA Region. SMEX. https://smex.org/internet-shutdowns-to-prevent-cheating-during-exams-the-impact-on-society-and-economy-in-the-mena-region/
Freedom House. (2024). The Struggle for Trust Online (Freedom on the Net). Freedom House. https://freedomhouse.org/report/freedom-net/2024/struggle-trust-online
HRW. (2020). End Internet Shutdowns to Manage COVID-19 | Human Rights Watch [Press Release]. Human Rights Watch. https://www.hrw.org/news/2020/03/31/end-internet-shutdowns-manage-covid-19
KeepItOn. (2025). Emboldened offenders, endangered communities: Internet shutdowns in 2024 (KeepItOn Reports). Access Now. https://www.accessnow.org/keepiton-2024-report
La Rue, F. (2011). Report of the Special Rapporteur on the promotion and protection of the right to freedom of opinion and expression (No. A/HRC/17/27). United Nations Human Rights Council. https://ap.ohchr.org/documents/dpage_e.aspx?si=A/HRC/17/27
Mitchell, R. (2023, June 28). Measure the Economic Impact of Internet Shutdowns with the Internet Society Pulse NetLoss Calculator. Internet Society Pulse. https://pulse.internetsociety.org/blog/measure-the-economic-impact-of-internet-shutdowns-with-the-internet-society-pulse-netloss-calculator
Mitchell, R. (2024, April 1). Tracking Internet Shutdowns in 2024, Q1. Internet Society Pulse. https://pulse.internetsociety.org/blog/tracking-internet-shutdowns-in-2024-q1
OHCHR. (1999). CCPR General Comment No. 27: Article 12 (Freedom of Movement) (p. Paragraph 14). Office of the High Commissioner for Human Rights. https://www.refworld.org/legal/general/hrc/1999/en/46752
OHCHR. (2017). Report on the role of digital access providers (No. A/HRC/35/22). Office of the High Commissioner for Human Rights. https://www.ohchr.org/en/calls-for-input/report-role-digital-access-providers
Polk, R. (2024, August 22). Another Outage Shows Challenges Facing Chad’s Internet Infrastructure. Internet Society Pulse. https://pulse.internetsociety.org/blog/another-outage-shows-challenges-facing-chads-internet-infrastructure
Pulse. (2024, August 4). Shutdowns for Bangladesh. Internet Society Pulse. https://pulse.internetsociety.org/en/shutdowns/
Pulse. (2025a). Frequently Asked Questions. Internet Society Pulse. https://pulse.internetsociety.org/faq#internet-shutdowns
Pulse. (2025b, August 31). Shutdowns for Iraq. Internet Society Pulse. https://pulse.internetsociety.org/en/shutdowns/
Pulse. (2025c, August 31). Shutdowns Tracker. Internet Society Pulse. https://pulse.internetsociety.org/en/shutdowns/
Rydzak, J. (2019a). Disconnected: A Human Rights-Based Approach to Network Disruptions. Global Network Initiative. https://globalnetworkinitiative.org/wp-content/uploads/Disconnected-Report-Network-Disruptions.pdf
Rydzak, J. (2019b). Of Blackouts and Bandhs: The Strategy and Structure of Disconnected Protest in India (SSRN Scholarly Paper No. 3330413). Social Science Research Network. https://papers.ssrn.com/abstract=3330413
Skok, Z. R., Felicia Anthonio, Sage Cheng, Carolyn Tackett, Alexia. (2023, February 28). Internet shutdowns in 2022: The #KeepItOn Report. Access Now. https://www.accessnow.org/internet-shutdowns-2022/
The promotion, protection and enjoyment of human rights on the Internet. (n.d.). Retrieved September 8, 2025, from https://ap.ohchr.org/documents/dpage_e.aspx?si=A/HRC/32/L.20
UNGA. (1966). International Covenant on Civil and Political Rights (No. General Assembly resolution 2200A (XXI)). https://www.ohchr.org/en/instruments-mechanisms/instruments/international-covenant-civil-and-political-rights
UNHRC. (2016). The promotion, protection and enjoyment of human rights on the Internet (No. A/HRC/32/L.20). United Nations Human Rights Council. https://ap.ohchr.org/documents/dpage_e.aspx?si=A/HRC/32/L.20 Williams, C. (2011, January 28). How Egypt shut down the internet. The Telegraph. https://www.telegraph.co.uk/news/worldnews/africaandindianocean/egypt/8288163/How-Egypt-shut-down-the-internet.html
Notas
[1] Incluso por presuntas infracciones a la legislación sobre propiedad intelectual.
[2] Consulte nuestro Informe de políticas: Perspectivas sobre el bloqueo de contenido en Internet para obtener más información sobre estas acciones.
[3] Tras un pico de 167 incidentes en 2020, la tendencia de los apagones de Internet se moderó temporalmente en 2021 (68 incidentes) y 2022 (54 incidentes). Esto podría deberse, en parte, a una mayor valoración del acceso a Internet durante la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la tendencia general indica un retorno al aumento sostenido de los apagones. (HRW, 2020; Skok, 2023)
[4] Ver ex Relator Especial de la ONU sobre la proporcionalidad de los apagones de Internet: http://www.ohchr.org/EN/Issues/FreedomOpinion/Pages/SR2017ReporttoHRC.aspx, Resolución del Consejo de Derechos Humanos: https://documents.un.org/doc/undoc/ltd/g16/131/89/pdf/g1613189.pdf
[5] El Sistema de Nombres de Dominio es el sistema de nomenclatura jerárquico y descentralizado para computadoras, servicios o cualquier recurso conectado a Internet o a una red privada. Traduce nombres fácilmente comprensibles para el ser humano (como www.internetsociety.org) a direcciones IP numéricas (como 104.18.17.166), que las computadoras utilizan para identificarse entre sí en la red.
[6] Un Sistema Autónomo (AS) es una red de gran tamaño o un conjunto de redes gestionadas por una misma entidad, como un proveedor de servicios de Internet (ISP) o una gran empresa. Cada AS tiene un Número de Sistema Autónomo (ASN) único y una política de enrutamiento específica, que utiliza para intercambiar tráfico con otros AS en Internet.
